Uno de los grandes efectos de este grandísimo maestro de la cartomagia española, Pepe Carroll. He dedicado muchas horas, pero por fin puedo ejecutarla yo mismo sin intermedios ni errores. Disfrutad el video. Suit Apparition, ejecutada por el creador del efecto.
¿A modo de explicación?
En este blog confluyen ideas de todo tipo...magia, cine, literatura, opinión, más magia...en ambiente de serenidad y exclusivo característico de todo blog con pocos seguidores. De modo que, si estás visitando el blog por tu propia voluntad...¡disfruta todo lo que puedas!
¡Y todo, de mi puño y letra! (bueno, de mi puño y tecla)
¡Sorpréndete! Acabarás más perdido que un pulpo en un garaje...
¡Y todo, de mi puño y letra! (bueno, de mi puño y tecla)
¡Sorpréndete! Acabarás más perdido que un pulpo en un garaje...
jueves, 31 de diciembre de 2009
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Magia alucinante
"La carta ambiciosa", un juego maravilloso, ejecutado por Daryl. La habilidad que requiere roza a veces los límites de lo posible. Alucinante. Disfrutad
martes, 22 de diciembre de 2009
lunes, 21 de diciembre de 2009
Bajo el árbol de navidad
Ese alarmante grito de júbilo, esa ruptura de sentimientos habituales, aquella espontaneidad de movimientos, aderezados con un toque de misterio y falta de indiferencia, caracterizaban al joven Matías por aquellos días de nieve, frío, consumismo e Ilusión desmesurada.
Efectivamente, se acercaba la Navidad, se palpaba por todos los comercios, las calles, las avenidas; el macro imperio Castañero situaba a sus tropas por todo Madrid, las luces navideñas cubrían los árboles de los parques, y unos tanto extraños decorados de una tal Ágata Ruiz de la Prada colgaban casi mágicamente por aquella ciudad tan grande.
Pero, extrañamente, aquel año...¡Matías no se sentía alegre por la llegada de esta fiesta! Veía todo más sempiterno, más duradero, eterno, cada vez menos efímero, como consideraba él todos los años lo que era la navidad; ilusión, gritos de júbilo, expectación por los reyes magos, por Papá Noel, negar ante todo que eran los padres...Pero parecía que, despues de saber aquella dura y rotunda verdad, veía todo desde otro ángulo, veía cual era la pata que cojeaba de la Navidad.
A la mañana siguiente, todo cambió; despertábase Matías cuando oyó unos ruidos fuertes; eran las cuatro de la mañana, y sus padres estaban durmiendo. Él, un valiente niño de quinto de primaria, se dispuso de una linterna y avisó a sus padres: habían entrado unos ladrones en casa. Suspadres se despertaron al instante, y fueron directos al salón; la figurita del niño Jesús emanaba una tenue luz. Éste se proyectaba hacia el árbol de navidad, y Matías no se lo pudo creer;habñia un pequeño paquete, del tamaño de una cajita de cerillas, que ponía su nombre.
Cuando lo abrió, recuperó por completo la ilusión:
Debajo del árbol había un trocito de una estrella.
Efectivamente, se acercaba la Navidad, se palpaba por todos los comercios, las calles, las avenidas; el macro imperio Castañero situaba a sus tropas por todo Madrid, las luces navideñas cubrían los árboles de los parques, y unos tanto extraños decorados de una tal Ágata Ruiz de la Prada colgaban casi mágicamente por aquella ciudad tan grande.
Pero, extrañamente, aquel año...¡Matías no se sentía alegre por la llegada de esta fiesta! Veía todo más sempiterno, más duradero, eterno, cada vez menos efímero, como consideraba él todos los años lo que era la navidad; ilusión, gritos de júbilo, expectación por los reyes magos, por Papá Noel, negar ante todo que eran los padres...Pero parecía que, despues de saber aquella dura y rotunda verdad, veía todo desde otro ángulo, veía cual era la pata que cojeaba de la Navidad.
A la mañana siguiente, todo cambió; despertábase Matías cuando oyó unos ruidos fuertes; eran las cuatro de la mañana, y sus padres estaban durmiendo. Él, un valiente niño de quinto de primaria, se dispuso de una linterna y avisó a sus padres: habían entrado unos ladrones en casa. Suspadres se despertaron al instante, y fueron directos al salón; la figurita del niño Jesús emanaba una tenue luz. Éste se proyectaba hacia el árbol de navidad, y Matías no se lo pudo creer;habñia un pequeño paquete, del tamaño de una cajita de cerillas, que ponía su nombre.
Cuando lo abrió, recuperó por completo la ilusión:
Debajo del árbol había un trocito de una estrella.
domingo, 20 de diciembre de 2009
Mas difícil de lo que parece
Mi "pequeño gran proyecto" me está costando más de lo que creía.Me vienen muchas ideas ala cabeza, y no se por cuál empezar. Ya me las apañaré. Para el día de Navidad tendré algo preparado. Y si no, pues para Nochevieja. Y si no, ya veré qué hago.
viernes, 11 de diciembre de 2009
Recomendaciones
Historias de dos minutos. Un blog bastante recomendable. Cosas reales y cotidianas. Aceptable, bastante aceptable.. Un título absolutamente acorde. Brevedad ante todo.
OriginauX. Si os gusta las novelas negras aquí se está fraguando uno. Disfrutadlo.
OriginauX. Si os gusta las novelas negras aquí se está fraguando uno. Disfrutadlo.
Una gran idea
Acabo de tener una idea estupenda. Necesito una cámara de fotos y mucha, mucha magia. Pronto lo comprobaréis en este blog. Ahora me tengo que marchar. De paseo, haciendo una ruta de belenes. ¡Hasta pronto!
Cosas que molestan pero te levantan el ánimo
Hoy me ha pasado una cosa me ha hecho custionarme sobre que todavía hay gente que se preocupa por la ilusión de los demás.
Estaba yo, tan campante, viendo un vídeo por youtube, durante mi habitual bñusqueda de vídeos de magos realizando famosos efectos, con el fin de mejorar mis presentaciones, y uno de ellos ha acabado desviándose a los vídeos tipo: "El mejor truco de David Copperfield revelado" o "Jorge Blass magia revelada", o cosas por el estilo. Pero entre uno de ellos, habiéndole yo dado a "reproducción automática", se me puso uno titulado: "un truco muy muy simple, revelado". Me dispuse a verlo. El fecto era uno muy normalito; muestras una carta, que se supone que no es la elegida por el espectador, pone la mano encima de la carta, frota un poco por encima de la baraja...y la carta está cambiada. Ya sabía el secreto, pero para ver de qué forma lo desvelaba, continué viéndolo. A la mitad del vídeo se dispuso a desvelarlo, y decía; "es muy muy simple, acércate a la pantalla para verlo". Yo, incauto, me acerqué, y , de repente...UAHHHHHH!!!! un chillido ensordecedor y la cara de la niña del Exorcista aparecieron en la pantalla. Yo, no reativamente asustado, em alejé, y apareció la frase; "¡Cabrón, los trucos no se desvelan! ¡Lo hago por ti!" Y luego ya, cmo broma, ponía; "para más trucos desvelados, visitar www.chupenmelaspelotas.com. Y recuerda; un mago nunca revela sus secretos; ¡pierden la ilusión!"
Y me levantó el ánimo.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
El Sabio de las palabras (IV, y seguramente última)
Tardó alrededor de unos veinte minutos en llegar al puerto planetario. Abundaban en aquella zona los maleantes y debía esquivarlos, a no ser que deseara una muerte rápida pero agobiante. Éstos se escondían entre la chatarra usada, anhelantes de oportunidades mejores en la vida. Pero estas no llegaban, de modo que disimulaban su amarga impotencia desde la violencia a gente con mejor suerte.
Cuando llegó, el vehículo ya estaba allí, humilde, pero eficiente, tal como lo imaginó, pues no esparaba mucho del servicio de transporte por teléfono; rojo parduzco, oxidado, achatado por el morro, y con los cristales rayados, diciendo cuantísimos nombres inconexos, escritos en su día por tipos maleducados y, como podía observar Edelmiro, de mala ortografía.
La conductora, tal y como la imaginó; Primitiva Sbthmask, cuarentas años (los de su raza, para Edelmiro parecía tener más de cien), fuerte, torso ancho y abultado (quizá exageradamente), de mirada segura y a la vez crédula, voz con un toque viril y severo, perdiendo así el posible encanto femenino que pudiera encontrarle alguien. No se andó con remilgos y espetó a Edelmiro para que se subiera a la nave.
El camino fue largo e incómodo, pero Edelmiro abandonó la nave a mitad de camino; además, se percató de que Primitiva poseía unos pequeños cuernos en la nuca, casi indetectables a simple vista. Justo antes de su partida, Edelmiro fue sorprendido por Primitiva:
-Y usted, señor...¿Edelmiro?¿qué ace una persona como usted, el gran sabio de las letras, en un lugar como este?
-Busco el significado de una palabra.
-Con que de aventuras, ¿me equivoco?
-Sí, en efecto, esa palabra es "injusticia"-pronunció la palabra vocalizando mucho.
-¡Ah, injusticia! En mi tierra se usaba mucho, y creame, no era nada bueno.
-¿Si?¿Y que era?
-Prefiero no decírselo. Además, si yo fuera usted, dejaría esa búsqueda tan..."interesante". Todos necesitamos algo desconocido, algo inexplicable, que no sepamos responder, que nos provoque esa sensación de que hay algo más allá, más lejos de nosotros, aunque sea algo insignificante; no podemos querer saber todo, poder todo, porque entonces...¿qué haremos? mi consejo es que dejes atras esa inquietud de la palabreja y busques otras mejores.
A Edelmiro le llegó al corazón.(No asi a Primitiva,la cual solto un gargajo espacial por la ventanilla) Decidió que estaba a tiempo de rectificar y cambiar. Se asomó por la ventana; estrellas, estrellas...y estrellas.
De modo que Edelmiro, el Gran Sabio de las Palabras, abrió la puerta del auto y, tras despedirse de Primitiva con un emotivo "gracias"(y ella con un gargajo)...se lanzó al vacío.
FIN
Y esto es todo. Seguramente Edelmiro se encuentre ahora por una de esas estrellas insignificantes, buscando quién sabe qué, con el simple deseo de maravillarse...
Aquí acaba El Sabio de las Palabras.
Cuando llegó, el vehículo ya estaba allí, humilde, pero eficiente, tal como lo imaginó, pues no esparaba mucho del servicio de transporte por teléfono; rojo parduzco, oxidado, achatado por el morro, y con los cristales rayados, diciendo cuantísimos nombres inconexos, escritos en su día por tipos maleducados y, como podía observar Edelmiro, de mala ortografía.
La conductora, tal y como la imaginó; Primitiva Sbthmask, cuarentas años (los de su raza, para Edelmiro parecía tener más de cien), fuerte, torso ancho y abultado (quizá exageradamente), de mirada segura y a la vez crédula, voz con un toque viril y severo, perdiendo así el posible encanto femenino que pudiera encontrarle alguien. No se andó con remilgos y espetó a Edelmiro para que se subiera a la nave.
El camino fue largo e incómodo, pero Edelmiro abandonó la nave a mitad de camino; además, se percató de que Primitiva poseía unos pequeños cuernos en la nuca, casi indetectables a simple vista. Justo antes de su partida, Edelmiro fue sorprendido por Primitiva:
-Y usted, señor...¿Edelmiro?¿qué ace una persona como usted, el gran sabio de las letras, en un lugar como este?
-Busco el significado de una palabra.
-Con que de aventuras, ¿me equivoco?
-Sí, en efecto, esa palabra es "injusticia"-pronunció la palabra vocalizando mucho.
-¡Ah, injusticia! En mi tierra se usaba mucho, y creame, no era nada bueno.
-¿Si?¿Y que era?
-Prefiero no decírselo. Además, si yo fuera usted, dejaría esa búsqueda tan..."interesante". Todos necesitamos algo desconocido, algo inexplicable, que no sepamos responder, que nos provoque esa sensación de que hay algo más allá, más lejos de nosotros, aunque sea algo insignificante; no podemos querer saber todo, poder todo, porque entonces...¿qué haremos? mi consejo es que dejes atras esa inquietud de la palabreja y busques otras mejores.
A Edelmiro le llegó al corazón.(No asi a Primitiva,la cual solto un gargajo espacial por la ventanilla) Decidió que estaba a tiempo de rectificar y cambiar. Se asomó por la ventana; estrellas, estrellas...y estrellas.
De modo que Edelmiro, el Gran Sabio de las Palabras, abrió la puerta del auto y, tras despedirse de Primitiva con un emotivo "gracias"(y ella con un gargajo)...se lanzó al vacío.
FIN
Y esto es todo. Seguramente Edelmiro se encuentre ahora por una de esas estrellas insignificantes, buscando quién sabe qué, con el simple deseo de maravillarse...
Aquí acaba El Sabio de las Palabras.
martes, 8 de diciembre de 2009
Desde la Wii
Hola todos.
Recientemente descubrí una de las maravillas de esta consola; un navegador de Internet. El único inconveniente es la lentitud al escribir...Y tampoco quiero tardar mucho, así que me despido de todos.
Recientemente descubrí una de las maravillas de esta consola; un navegador de Internet. El único inconveniente es la lentitud al escribir...Y tampoco quiero tardar mucho, así que me despido de todos.
lunes, 7 de diciembre de 2009
Para los novatos
Esto esta dirigido prioritariamente a los novatillos en el mundillo de Blogger. Sería conveniente que tú, novato, te hagas seguidor de mi blog, y para ello, si no em equivoco, pues me considero todavía profano en el terreno de los Blogs, debes pinchar en un botoncito que hay exactamente a mi derecha. Sí, ese que pone "seguir". Pincha ahí. Y ya no sé más. El resto apañatelas tú solito.
viernes, 4 de diciembre de 2009
El Sabio de las palabras (III)
Edelmiro llegó a su casa más tarde de lo que pensaba. Los demás miembros del jurado de las palabras estuvieron reteniendo, en contra e su voluntad, para que se quedara más tiempo. Pero si les respondía a toda esa gente menos sabia que él que se iba a marchar al planeta 4-B20 el tomarían por loco. Casi nadie de allí, el planeta Junio 71C, había llegado tan lejos en el afán de exploración. Y , por supuesto, Edelmiro no quería manchar su imagen. De siempre había sido un persona influenciada por las opiniones de los demás, cambiando en todos los aspectos de su personalidad para complacer a la gente. Pero, decidió aquel momento que, si quería marcharse de aquella barahúnda de gritos, murmullos e inquietantes cuestiones, debería dejar a un lado las frivolidades y falsas ideas que le habían seguido durante toda su vida. Dijo lo que pensaba y se marchó, sin dejar tiempo de reaccionar a aquella plebe no tan culta como él, en ese vasto mundo de las letras.
Al llegar a su casa, dio de comer a su perro Ping, se preparó una taza de poleo de su tierra y, tras disfrutarla pausadamente, comenzó preparar su maleta.
En aquel paquete de viaje escaseaba buen gusto e interés por la ropa que se llevaría, pero decidió elegir lo mejor para él en el viaje, lo que necesitaría de verdad: diccionarios, libros de métrica, enciclopedias kilométricas, más diccionarios, y por supuesto, libros normales y corrientes para distraerse durante el viaje a aquella tierra desconocida.
Cuando terminó de hacer su maleta, llamó a Ping , le puso una correa, cogió las llaves de su casa, echó un vistazo a su inmensa biblioteca, y se dirigió al puerto planetario.
Al llegar a su casa, dio de comer a su perro Ping, se preparó una taza de poleo de su tierra y, tras disfrutarla pausadamente, comenzó preparar su maleta.
En aquel paquete de viaje escaseaba buen gusto e interés por la ropa que se llevaría, pero decidió elegir lo mejor para él en el viaje, lo que necesitaría de verdad: diccionarios, libros de métrica, enciclopedias kilométricas, más diccionarios, y por supuesto, libros normales y corrientes para distraerse durante el viaje a aquella tierra desconocida.
Cuando terminó de hacer su maleta, llamó a Ping , le puso una correa, cogió las llaves de su casa, echó un vistazo a su inmensa biblioteca, y se dirigió al puerto planetario.
Retraso de última hora
Perdón por el retraso. Un examen de última hora me arrebató el poquito tiempo que tenía ayer para dedicarme al blog. Tendréis una entrega del Sabio de las palabras en menos que canta un gallo. Bueno, no tan rápido.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Los errores más largos son los que más nos pican
Imagina que estás pensando en tus cosas. Necesitas un gran idea urgentemente, algo que te haga destacar entre los demás. Buscas desesperadamente esa idea en absolutamente todos los rincones de tu cabeza. Te recoges el pelo, te lo sueltas, te lo peinas para un lado, para otro, y todavía sigue sin llegarte esa idea tan maravillosa que tiene que brotar de un momento a otro, inminentemente. Te lavas la cara, te cambias de ropa, te tumbas boca abajo en tu cama, ¡y sigue sin llegar la idea!
Pero, de repente...¡¡BOOM!! Tu sesera explota y te llegan muchísimas ideas. Te crees en la cima por un momento, buscas en libros e internet para ampliar tus ideas...y descubres que ya la ha tenido alguien antes. En mi caso, unos diez o doce años antes que yo.
Te desesperas, pero no te rindes: lo acabarás consiguiendo. Intentas exprimir de todas esas ideas maravillosas algo que puedas conseguir, revisando minuciosamente que los que tuvieron las primeras ideas no se les pasó por la cabeza. Entonces lo consigues: "¡por fin!" te dices. Y te pones como un loco a escribirla. Y cuando enseñas tu gran idea...¡no se sorprenden tanto como esperabas!
Así es el día a dia en mi progreso interno en el mundo de la magia. Técnicas personales mágicas que descubres que ya existían variantes antes que la tuya; juegos y efectos que creías inverosímiles y ya los hacen los grandes de este arte; rutinas que crees que alcanzarás el éxito, y te decepcionan. Es un no parar. Tachones, tachones y tachones en un cuaderno Moleskine negro, negro, negro.
Y seguirá así siempre. ¡Pues no! El otro día, informándome acerca de este mundillo y arte en constante progreso, me hice una pregunta sobre un efecto..."y esto...¿por qué no?".
Y ya la tengo. Perfectamente escrita. Bueno, todavía en proceso. Y pronto comenzará a sorprender a la gente.Muy, muy pronto.
Y mañana, otra entrega de "El Sabio de las palabras (III)".
El Sabio de las palabras (II)
Aquel murmullo por parte del pueblo fue para Edelmiro como un trueno ensordecedor en su mente; ¿cómo era posible que no consiguiera relacionar ninguna realidad con esa palabra? ¿acaso estaba perdiendo sus facultades inventivas? "No,-pensó-tengo que hallar una respuesta a esa palabra, aunque me cueste la vida en ello. ¡Edelmiro jamás ensuciará su nombre por cosas así!"-se repitió varias veces.
De modo que se acercó al niño y le dijo:
-Y tú, ¿dónde has oído esa palabra?
El niño, con naturalidad, le respondió:
-La he oído por la calle. Aquí no pasa eso, dicen. Pero sí en el planeta 4-B20.
-Con que en el planeta 4-B30...
-No, en el 4-B20.
-De acuerdo. Y, ¿qué es lo que se supone que no pasa en el nuestro?
-La injusticia.
Para Edelmiro, aquella conversación no le había llevado a ninguna parte. De modo que, de forma tosca y cortante, le dio al niño las gracias y le sugirió que se apartara de su vista.
Ahora Edelmiro, el Sabio de las palabras, con la única duda que corroía su interior en mucho tiempo, tomó una decisión: era hora de marchar al planeta 4-B20. Cogió sus cosas y se marchó de la plaza.
De modo que se acercó al niño y le dijo:
-Y tú, ¿dónde has oído esa palabra?
El niño, con naturalidad, le respondió:
-La he oído por la calle. Aquí no pasa eso, dicen. Pero sí en el planeta 4-B20.
-Con que en el planeta 4-B30...
-No, en el 4-B20.
-De acuerdo. Y, ¿qué es lo que se supone que no pasa en el nuestro?
-La injusticia.
Para Edelmiro, aquella conversación no le había llevado a ninguna parte. De modo que, de forma tosca y cortante, le dio al niño las gracias y le sugirió que se apartara de su vista.
Ahora Edelmiro, el Sabio de las palabras, con la única duda que corroía su interior en mucho tiempo, tomó una decisión: era hora de marchar al planeta 4-B20. Cogió sus cosas y se marchó de la plaza.
martes, 1 de diciembre de 2009
Cada vez más cerquita
Ya es Uno de Diciembre. Fantástico. Las previsiones de lo hombrecillos del tiempo se cumplen y llega ya el frío; vientos helados asolan Madrid por la mañana, se rondan las temperaturas máximas de diez grados...y las luces navideñas inundan todo Madrid con su calidez cercana. Pude presenciar el cómo las encendían por primera vez este año. La Cuesta de San Vicente estaba cada vez más oscura, me encontraba casi solo en el autobús, y de repente sucedió; un resplandor, blanco como la nieve que suelen llevar estas fiestas, iluminó toda la calle, dotándola de aires de festejo y alegría, y no pude evitar sonreír. La Navidad se palpa en todas partes.
Y dentro de nada, otra entrega de El Sabio de las palabras, parte II.
Y dentro de nada, otra entrega de El Sabio de las palabras, parte II.
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