Allá vamos

Si el tiempo y Dios lo quieren, estaré en esas montañas en menos que canta un gallo. Vuelvo en un rato.

Año de bienes...

Año de nieves. Ya lo sé, el título debería ser al revés, pero es que hoy voy a hablar de la nieve. Porque es algo que en Madrid no se veía desde hace mucho, mucho tiempo. Bueno, hace un año, porque ya en finales de 2008 nevó...y mucho. De todas formas, la gente comienza ya a pensar cosas raras: la tierra se está desequilibrando, estamos entrando en la era glaciar...y tal y tal. Pues yo creo en lo segundo. Los polos se están regenerando de alguna forma. Si ya la tierra ha sabido apañárselas millones y millones y millones y millones de años...¿cómo no va a aguantar otros mil? Vale que le hemos dado fuerte con lo de consumir los recursos, dañar la capa de ozono...Pero hace cien años se gastaba el doble, y tampoco creo que nos vaya tan mal: los super-chinos( los chinitos lo pueden todo) estan avanzando mucho con transportes ecológicos, cuidamos más el medioambiente...Nos está yendo mejor, en mi opinion.

Pero bueno, como dice el dicho: "año de nieves, año de bienes". Y esperemos que sea así muchos más años.

P.D: Me he desviado del tema de la nieve, ya lo sé. Ya hablaré de ella en otro post.

Algo que nunca sabemos rectificar

Estas fiestas me ha pasado algo, por decirlo de alguna forma, que me ha desanimado esto últimos días...¡Pero es que ya me había pasado antes!

Cuando a uno le dan las vacaciones, en el primer momento piensa: "Tengo que dar todo lo mejor de mi, aprovechar cada minuto al máximo, estar con los míos, divertirse con todo, y , por supuesto, no repetirse. Pero al final acabamos cayendo, vamps reduciendo nuestros planes, y al final nos quedamos en nada. Claro, habrá casos, que no dgo que no sucedan, pero al menos a mi no todavía, en los que la gente diga: "por supuesto, he aprovechado todo al máximo, y tal, y tal..."
¡Pero y los otros? Esos otros, en los que me veces podría inclirme yo, acabamos el último día intentando recordar momentazos, y no somos capaces de recordarlos. Porque caimos en la rutina. Y entonces, hacemos lo peor que se puede hacer al acabar las vacaciones; recordar el primer día. Oh, sí, ese primer día, lleno de risas, gritos de júbilo y de promesas para ese tiempo de descanso que nos brindaban. Y entonces nos sentimos fatal.

Pero claro, todo nos seguirá pasando, queramos o no, en mayor o en manor cantidad, hasta el día en que consigamos decir "basta", salir a la calle, y hacer que cada día sea mejor que el anterior.

Feliz fin de fiestas.